A partir de su fundación en el siglo XVI y durante toda la época colonial española, Cartagena de Indias fue uno de los puertos más importantes de América.1 “La Heroica” como fue llamada la ciudad después de ser una de las primeras en declarar la independencia, se convirtió en 1991 en un distrito turístico y cultural.
Desde entonces Cartagena es una atracción de imponente arquitectura colonial, de un valor histórico invaluable y de una gama hotelera bastante amplia. No obstante, hay otro atractivo “pomposo”. En 1934 el cartagenero Ernesto Carlos Martelo, a raíz de la celebración del cuarto centenario de la fundación de Cartagena, decide dar inicio al Concurso Nacional de Belleza. En 1949 se transmitió por primera vez este concurso y se presentó a todos los colombianos algunos acontecimientos del acto que reunía a las mujeres más bellas de la Nación.
Aterrizando, hoy por hoy nos damos cuenta que este concurso se consolidó de manera fuerte y enfática. Ahora los canales nacionales hacen un despliegue gigantesco de este evento. Día tras día logran hacer un informe de los acontecimientos que se hacen; dedican aproximadamente 20 minutos en sus franjas televisivas para cubrir el paso a paso del acto. Y no contentos con este tiempo, realizan comerciales de cada una de las mujeres que participan en el concurso, para que los colombianos conozcan la futura “representante”.
Cartagena es el escenario de este “pomposo” acto que trabaja bajo los parámetros de liderar obras sociales, apoyarlas y beneficiar a los más necesitados con total entrega. “El dinero recaudado durante el desfile se destina como apoyo económico para las instituciones que trabajan en pro de ancianos, niños y damnificados, para satisfacer sus necesidades básicas, salud y educación.” Si tan sólo alguna palabra de estas fuera cierta, la misma Cartagena no estaría oculta durante el concurso. Cuando se da inicio al festejo Cartagena se ve envuelta en un gigantesco telón que cubre lo feo de ella. Sí, la población del común, con problemáticas sociales, con escasos recurso, carentes de satisfacer sus necesidades básicas, salud y educación, viviendo en la miseria.
Todos sabemos que esa realidad está latente, pero con disfraces y palabras bonitas los medios se encargan de mantener el telón. Todos los lujos y el dinero que se despilfarra en el evento de belleza, podría ser utilizado para embellecerle la vida a muchos.
Por esto es que Cartagena es la reina de la pobreza.
la caricatura es nuestra :D
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